domingo, 16 de septiembre de 2012

I'm forever yours #1

Hola :) Hoy os vengo con mi nuevo One-Shot de Niall (soy un poco vaga para empezar una novela de verdad) Tiene 5 partes y un epílogo, aquí os pongo la primera, espero que os guste <33

I'm forever yours 
"Heart"
No sé como empezar con esta historia. No tengo las palabras indicadas para explicar como comenzó todo, pero quizás sea porque ni siquiera me acuerdo de si quizás ya estaba todo empezado antes de que llegara. Niall y yo nos conocíamos desde pequeños, y siempre habíamos sido muy buenos amigos. Recalco el muy. Pasamos al instituto, y ahí fue cuando las cosas dejaron de ser como siempre. Él empezó a juntarse con los peores de la clase, a suspender y a convertirse en un matón. Nos distanciamos, mis padres perdieron el contacto con los suyos y él se fue a otro instituto al cabo de un tiempo. Di por perdido a mi mejor amigo.

Hasta que el primer día del último curso de nuestras vidas, volvió, totalmente distinto, y rubio.

Era Lunes, o al menos así lo recuerdo, aunque es muy raro que justo el primer día de clase coincidiera con el primero de la semana. Todo el aula daba la sensación de ser un garabato de un niño de cinco años. El desorden, las voces y los piropos de la gente a los que se habían puesto más guapos durante el verano. A dos de mis amigas les había tocado en la misma clase que a mi, pero por desgracia, las mesas eran solo de dos en dos, por lo que deduje que a la hora de sentarme estaría sola. Y dentro de todo ese jaleo, como si estuviera por encima de todo lo demás, entró en escena mi ex–mejor amigo irrumpiendo en silencio, contagiando al resto de los adolescentes. Todos menos yo se giraron a mirarle, porque sabía que me estaba mirando a mi. Mis dos amigas acercaron sus oídos y sus bocas y empezaron a contar todo lo que habían oído de él estos dos últimos años:
—Dicen que se tiñó el pelo porque le golpearon en la cabeza y el pelo se le puso rubio con el agua oxigenada.
—Pues yo he oído que se enrolló con tres tías a la vez antes de irse.
—Y también me han dicho que casi mata a un tipo que le debía dinero.

Cada segundo que me pasaba escuchándolas más absurdas sonaban. Era consciente de que se había convertido en una persona muy violenta, pero todo eso me parecía estúpido y simples cotilleos de instituto. Me fui del corrillo que habían formado a su alrededor y me senté en uno de los extremos de la clase, donde podía apoyar la espalda contra la pared. Vi como se acercaba y por un momento pensé que venía a hablar conmigo, pero pasó de largo y se sentó dos filas más atrás. Mientras pasaba por delante de mí nuestras miradas se cruzaron. La suya era fría, dura, con dolor enterrado, y yo le respondía con la mía, que intentaba cavar hasta su interior y desenterrarlo. Durante esos segundos vi lo bien que le quedaba el pelo rubio, lo fuertes que se veían sus brazos y la mandíbula marcada junto con un poco de pelo sin afeitar. Por un segundo consiguió quitarme la respiración y menguar mi corazón a nada.